Hace un tiempo estuve en uno de los lugares más puros de la Tierra; Islandia.
A través de la ruta en coche que hicimos por el Círculo Dorado, una ruta de unos 300 km de recorrido que comienza en Reikiavik y se adentra en el corazón de la isla, pudimos conocer las maravillas que este país ofrece.
En Gluggafoss bebimos agua directamente en una cascada que encontramos en medio de la nada, en donde estábamos completamente solos. Seljalandsfoss es una cascada de más de 60 metros, la cual se puede cruzar por dentro. También visitamos la cascada Gullfoss, la de Uridafoss, y la de Öxarárfoss, entre otras, esta última es una pequeña cascada situada en el Parque Nacional Þingvellir (en este parte se encuentra la residencia de verano del primer ministro, la cual se puede visitar). Por último, visitamos otro espectáculo de la naturaleza, las zonas geotermales de Gunnuhver y Krysuvi en el suroeste de la isla y El Gran Geysir, uno de los ejemplos más impresionantes de este fenómeno en todo el mundo, situado en el valle Haukadalur.
Islandia es ese lugar al que te transportas cuando cierras los ojos e imaginas paz, tranquilidad, silencio, frescor, belleza y magia.