Nuestra primera parada en Cantabria fue Santander, una acogedora y tranquila ciudad costera, que posee una de las bahías más bonitas del mundo. A continuación nos adentramos a recorrer las preciosas playas de Costa Quebrada, con sus acantilados, playas de arena dorada y agua cristalina, islotes, acantilados y muchas maravillas más, como la playa de la Arnía, que ofrece uno de los atardeceres más bonitos que he visto.